Si tienes las respuestas a ciertas preguntas básicas podrás descubrir la ruta crítica para llegar a la “Felicidad” profesional. Recuerda que el éxito no da la felicidad, sino que la felicidad da el éxito. Cada persona tiene una idea diferente de qué es el éxito, pero sea cual sea la tuya, seguir estos pasos te puede ayudar a conseguirlo.
La primera etapa del proceso debe iniciar con tres preguntas básicas: ¿Qué significa para mí el éxito? ¿Qué cosas son fáciles para mí, sobre qué materias tengo conocimiento y con qué disfruto profesionalmente? y por último ¿Qué estoy dispuesto a sacrificar? . Las respuestas a estas preguntas te harán descubrir los puntos críticos para llegar a la “Felicidad” profesional. Recordemos que el éxito no da la felicidad, sino que la felicidad da el éxito. El cerebro utiliza un 65% menos de energía realizando las tareas que nos gustan y somos capaces de focalizar nuestra atención por un periodo prolongado de tiempo sólo en los temas que nos atraen. Nunca llegaremos al éxito en una profesión o rol profesional si pensamos que no vale la pena lo que estamos sacrificando por estar allí.Una vez que sabemos con claridad y siendo realistas, qué significa el éxito para nosotros, qué queremos lograr y con qué disfrutamos, la segunda etapa del proceso consiste es conocer y aplicar la fórmula del éxito profesional. El éxito profesional es una función de nuestras habilidades (h), valores (v), motivaciones (m), conocimiento (c) y actitud (a). Pero no todas las variables cuentan por igual:
En esta segunda etapa, la clave está en ser conscientes de nuestras limitaciones y fortalezas, saber qué ámbitos no podemos modificar (habilidades y valores son los factores que difícilmente podremos modificar en nuestra edad adulta) y actuar en los ámbitos en los que sí podemos marcar una diferencia (motivaciones, conocimiento y actitud). Por importancia, deberemos trabajar con mucho mayor empeño en la actitud que en el conocimiento. Es decir, si puedo elegir, es preferible dedicar diez horas de a mejorar la capacidad de compromiso, la persistencia, la habilidad para escuchar, el optimismo o el estado de ánimo que a estudiar finanzas o inglés. Aunque como todo en la vida, el equilibrio es importante y deberemos cuidar tanto nuestro conocimiento como nuestra actitud. La tercera y última etapa es saber mantenernos en el éxito una vez allí. Valores como el de la humildad, actitudes como la del esfuerzo constante y comportamientos optimistas que fomenten nuestro liderazgo y nuestras motivaciones son muy relevantes. Si trabajamos bien cada una de estas tres etapas, estaremos más cerca del éxito. Publicado en Forbes. |
AutoresEl equipo de aulabierta comunicando sobre el aprendizaje masivo. aulabierta en medios |