Cuatro productores originarios de Norteamérica, Medio Oriente, Asia y Europa Central compartieron cómo convierten largas y complejas historias a uno de los formatos con más auge en los últimos años.
Se encuentra en cualquier sitio y se dispone a escuchar una buena historia. Déjese llevar e imagine a través de uno de los formatos más populares del momento: el podcast. Varios hechos confirman que tiene una larga vida en el mundo digital. Ramsey Tesdell, cofundador y director ejecutivo de Sowt Podcast (Medio Oriente), lo sabe. Mejor aún, lo explica durante su presentación en la charla “Investigative Podcast” en la Global Investigative Journalism Conference 2021, en la cual destaca que la audiencia joven es bastante y suele estar por debajo de los 30 años; se proyecta que la inversión publicitaria en este formato crecerá 23% en los próximos años; las tasas de completación (que un usuario vea o escuche el contenido completo) son más altas que en otros medios; de paso, los oyentes consideran que el audio es más íntimo y confiable que los medios tradicionales.
Tesdell integró el panel de expertos que se llevó a cabo durante la mañana del martes 2 de noviembre. También intervinieron Jason Liu, editor adjunto de The Real Story Podcast/ The Reporter (Taiwan); Susanne Reber, productora ejecutiva del podcast Verified (Estados Unidos); y Taja Topolovec, CEO y editora jefe de Pod črto (Eslovenia). Todos compartieron sus experiencias y dieron algunas claves para producir grandes investigaciones.
Antes de comenzar, ¿en qué se debe pensar para lograr una buena historia? Los expertos señalan varios elementos:
– Conformar un equipo: los podcast son productos grupales, así que enfocarse en lo que cada uno de los integrantes puede aportar y ver dónde están las carencias es clave, señaló Topolovec.
– Conocer a la audiencia: todos los expertos coincidieron en que el material debe producirse pensando en una audiencia específica. A partir de este conocimiento, hay que preguntarse cómo esa audiencia va a experimentar la historia, qué va a sentir cuando escuche lo que se le cuenta, advirtió Reber, quien también comentó que en el proceso de producción su equipo se encarga dibujar el viaje que hará la audiencia a través del producto, incluso llegan a mapearlo.
Saber contar
– Más humano: para Liu, las cifras duras y el contenido académico debe dejarse a un lado para contar las historias a través de más conversaciones y testimonios.
– Narración potente y emocional: Tesdell aconsejó que las historias se muestren desde perspectivas personales y cercanas que envuelvan a la audiencia. Y esto solo se logra por medio de una narración intensa, capaz de conmover. Ese poder del podcast, completó Topolovec, permite que se pueda llevar al oyente a los lugares donde se hace la reportería, desde aquellos que son físicos hasta los lugares mentales.
– El personaje: para Reber, tener una voz a través de la cual contar el hecho es fundamental. En estos casos no valen los temas abstractos. La historia debe ir guiada por un personaje que forme parte de esta y cuente su perspectiva. De lo contrario, es difícil lograr enganchar a los oyentes.
¡A producir!
– Grábalo todo: uno de los aprendizajes de producir estas historias, dijo Liu, es saber que todo tiene que quedar registrado en audio y esto es, desde la entrevista que se hace a una fuente mientras se camina por una montaña hasta los sonidos del ambiente.
– Estructura, estructura, estructura: hacer un podcast requiere de disciplina, de un contenido planificado y periódico que involucre a la audiencia. “La producción toma mucho tiempo y esfuerzo”, sentenció Topolovec. De allí que sea tan importante programar cada detalle. En Verified, señaló Reber, se planifican tanto los comienzos como los finales de cada podcast para saber hacia dónde va la historia.
– Sesiones para escuchar: el ejercicio lo recomienda Reber, quien asegura que oír en grupo los contenidos grabados aporta mucho a la edición. “Mantén los oídos abiertos (…) Si lo que escuchas no tiene sentido para la gente de tu equipo, no lo tendrá para los demás”, afirmó.
– Retroalimentación necesaria: cuando The Reporter consultó a la audiencia si quería escuchar sus largos reportajes de investigación en podcasts, 95% contestó que sí. Desde entonces, los oyentes forman parte de las investigaciones, no solo porque aportan las donaciones que mantienen al medio en pie (aceptan de individuos y no de organizaciones), sino porque participan al contar sus experiencias personales sobre los temas que se investigan e incluso dan a conocer realidades que los mismos investigadores ignoran. Así, por ejemplo, ocurrió en una de las series en que abordaron el tema de las drogas. El último capítulo de esta fue protagonizado por los oyentes que contaron sus encuentros con los estupefacientes, una experiencia que cada escucha vivió.
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