Reporteando sobre informes: Cómo los periodistas dominan documentos de cientos de páginas
- Aulabierta

- 30 sept
- 11 Min. de lectura

Cada cinco a siete años, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas lleva a cabo una evaluación exhaustiva del estado del clima alrededor del mundo. Los informes que resultan de esta evaluación contienen datos y perspectivas que reflejan “años, si no décadas, de trabajo llevado a cabo por algunas de las mentes más brillantes del mundo”, dice Martina Igini, editora jefe de Earth.Org. “La importancia que conllevan no se puede exagerar”. Naturalmente, los reporteros corren a cubrir las conclusiones principales de cada informe, algunos deteniéndose ahí y otros registrando sus páginas para reunir innumerables ideas para historias.
Los cuerpos gubernamentales y las organizaciones científicas producen informes exhaustivamente investigados para ofrecer una visión global de un campo específico, como el cambio climático, la equidad en salud y la inteligencia artificial. Informes de esta escala pueden informar decisiones políticas, orientar acuerdos internacionales, o influir en las prioridades de la investigación científica. A pesar de su utilidad, estos documentos pueden ser intimidantes y difíciles de analizar para los periodistas, particularmente por su cantidad de información abrumadora. El Sexto Informe de Evaluación del IPCC, publicado en 2023, por ejemplo, contaba con la impresionante cantidad de 7.705 páginas.
“El gran tamaño de estos informes puede hacer que sea un poco intimidante leerlos”, dice Amanda Heidt, periodista freelance que cubre temas de salud para Nature y otras publicaciones. “Tienes que poner un poco más de esfuerzo”. Los informes exhaustivos también pueden estar llenos de un lenguaje seco, técnico y especializado que puede tomar tiempo descifrar.
Pero el esfuerzo adicional vale la pena, dicen los reporteros: estos documentos pueden ser herramientas poderosas en manos de los periodistas, ya que proveen un tesoro de datos y cifras reveladoras, un análisis exhaustivo de la investigación en un campo y anécdotas personales que pueden impulsar la narrativa de una historia. “Son como una ‘ventanilla única’ con muchísimo contenido”, dice Usha Lee McFarling, reportera de STAT.
Reuní a un grupo de periodistas para preguntarles qué consejos tenían para hacerle frente a informes importantes en sus respectivas áreas de especialización. Los periodistas compartieron sus ideas sobre qué buscar en el mar de gráficos, cifras y texto, y cómo construir una historia interesante en torno a lo aprendido. (Esta mesa redonda se ha editada aquí para mayor brevedad y claridad). Entre los participantes se encuentran:
Nicolás Bustamante Hernández, periodista freelance que cubre ciencias ambientales
Amanda Heidt, periodista freelance que cubre salud y academia
Martina Igini, editora jefa de Earth.Org
Nicola Jones, periodista freelance que cubre avances en tecnología
Usha Lee McFarling, redactora de STAT que cubre inequidades en el cuidado de la salud
Claudia: ¿Qué rol ha desempeñado el reporteo de informes en tu trabajo? ¿En qué se diferencian de otras coberturas científicas que has realizado, en cuanto a lo que pueden aportar a una noticia y los retos que presentan?
Nicola: Los informes juegan un rol grande en mi trabajo, tanto como fuentes para las notas como contexto para reportajes más extensos. Escribo muchos artículos del tipo “todo lo que siempre quisiste saber sobre (algo)” para Yale Environment 360 sobre temas como la salud de los arrecifes de coral. Para mis reportajes sobre [inteligencia artificial], me baso mucho en el Informe del Índice de IA de Stanford como un extenso “artículo de Wikipedia” sobre lo conocido, lo desconocido, lo de moda y lo emergente [en el campo]. A veces es difícil contactar a los autores de estos informes, y estos son muy cuidadosos con su forma de hablar, ya que estos informes suelen tener la obligación de no ser normativos o neutrales en cuanto a políticas para temas delicados. Y es necesario ir más allá del informe para encontrar cualquier tipo de “historia”; la información puede ser bastante seca.
Amanda: Si escribes mucho sobre diversidad, equidad e inclusión (DEI) en el ámbito académico, como yo, te toparás con frecuencia con esta resistencia al cambio, arraigada en la idea de que no existen datos que respalden lo que la experiencia vivida de cada uno te dice que es cierto. Los informes [exhaustivos de DEI] son un primer paso crucial para construir el conocimiento fundamental necesario para apoyar futuras acciones, y comúnmente ofrecen un camino para empezar. También me gusta que están basados en entrevistas, y aunque el informe final sea muy seco, hay experiencia vivida debajo de todo.
Usha: Suelo abordar temas muy complejos, ya sea el impacto del cambio climático o, ahora, las disparidades en salud. A veces cubro informes como historias si son lo suficientemente noticiosos, pero encuentro que lo más valioso es usarlos para aprender sobre un tema en particular. A menudo, incluyen una gran cantidad de información y referencias a los artículos más importantes, lo que me evita tener que buscar en la literatura.
Nicolás: Los informes son un recurso fundamental para cubrir temas científicos y ambientales, ya que suelen ser producidos por instituciones y organizaciones prestigiosas que presentan los resultados de sus investigaciones. Además, al ser producidos periódicamente, habilita el seguimiento periodístico, lo que permite seguir la evolución de los fenómenos sociales y científicos.
Claudia: ¿Cómo examinas informes extensos para encontrar información útil o ideas concretas para historias? ¿Cuándo tienes que poner manos a la obra y leerlo todo, y cuándo no? ¿Cómo se diferencian tus estrategias cuando tienes una fecha límite o cuando tienes todo el tiempo necesario para leer un informe?
Nicola: Normalmente encuentro los informes más fáciles de leer que la mayoría de los artículos científicos: aunque pueden ser largos, suelen estar escritos en un [lenguaje] sencillo y contienen más contexto. Rara vez los leo completos; es más bien cuestión de hojearlos. Los puntos principales casi siempre están bien resaltados en los resúmenes ejecutivos y los materiales de prensa. A menudo hay joyas en las tablas de datos o gráficas que no necesariamente están explicadas por escrito. A veces hay una historia detrás de lo que no está en un informe. Varios artículos de opinión que he editado para Nature enfatizan que algunos conceptos que merecen atención ni siquiera se mencionan en un informe importante. [En uno, por ejemplo, los investigadores argumentaron que los informes sobre reducción del riesgo de desastres a menudo pasan por alto la posible utilidad de la IA].
Amanda: La mayor parte de mi experiencia ha sido cubrir los informes mismos como noticias, en lugar de utilizarlos para generar ideas para artículos. Si hay un tema en particular dentro del informe sobre el que quiero más detalles, entonces puedo profundizar en una sección específica. No me desvío mucho de eso según la fecha límite.
Usha: Cuando solo busco ideas para artículos, simplemente leo. Busco cosas que sean curiosas, que me resulten interesantes, que no tengan sentido, o anécdotas. Cuando me preparaba para crear una nueva área de cobertura sobre la equidad en salud para STAT, decidí leer Unequal Treatment (Trato desigual), un informe de 780 páginas [de las Academias Nacionales] que tenía casi 20 años, pero al que muchas personas en el campo hacían referencia. Me di cuenta de que todos los problemas que los investigadores en equidad de salud planteaban en 2021 eran muchos de los mismos que el informe había planteado hacía casi dos décadas. Ese entendimiento se convirtió en una historia que escribí sobre por qué había cambiado tan poco. Ese lo leí completo y, de hecho, todavía lo consulto.
Nicolás: Todo depende del momento y de la situación. Una forma útil y eficiente de trabajar con los informes es solicitarlos con antelación a la organización responsable. Es raro tener la oportunidad de leer un informe completo. Una de las pocas ocasiones en que hay tiempo suficiente para trabajar a fondo en un informe es cuando no es de interés periodístico inmediato ni está atado a un evento actual, sino que nos llega porque pretendemos escribir un artículo independiente sobre él.
Claudia: ¿Cuáles son los elementos más útiles de un informe? ¿Son los datos, el análisis, las narrativas o algún otro aspecto?
Amanda: Al menos para los informes de las Academias Nacionales, valoro que incluyen muchas entrevistas personales (anónimas). Los datos están muy bien, pero me interesan especialmente los elementos humanos de CTIM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y la academia. No solo “Aquí tienes un poco de ciencia”, sino “¿qué significa ser un científico?”.
Usha: Diría que son todos los elementos y cómo contribuyen a los resultados [y hallazgos] del informe, que son el aspecto más importante si lo estoy cubriendo como noticia. Los datos son fundamental para respaldar esos hallazgos y comúnmente los informes [los] presentan claramente en gráficas hermosas y enlaces a datos reales que podemos usar para crear nuestras propias visualizaciones. Leo las secciones narrativas, pero a menudo están escritas por comités y tienen un tono institucional muy seco que a veces puede socavar la importancia del mensaje. Por eso es importante no escribir artículos directamente a partir de los informes, sino continuar entrevistando a algunos de los autores para obtener mejores citas y más energía en tu narrativa.
Martina: Estoy de acuerdo con mis colegas: cada parte puede ser útil, dependiendo de lo que busques y del tipo de informe que estés trabajando. Cubro informes sobre el clima, así que, para mí, los datos son probablemente el primer aspecto que miro. Todas las demás partes del informe suelen proveer contexto necesario y profundización sobre esos datos, por lo que es igualmente importante para mí tomar eso en cuenta.
Nicolás: Personalmente, encuentro que los análisis son una parte fundamental de los informes, ya que proveen una discusión tanto de los resultados como de las opiniones de los autores, ofreciendo una perspectiva más profunda y humana del tema en cuestión.
Claudia: ¿Cómo encuentras fuentes externas adecuadas, ya que estos informes suelen contar con muchos contribuidores, y cómo aprovechas al máximo su tiempo para ayudarte a procesar el informe?
Amanda: Usualmente estoy buscando historias personales para profundizar en los datos resaltada en el informe. Cuando escribía sobre un informe de las Academias Nacionales destacando el sesgo racial [para Nature], había todas estas estadísticas que demostraban las formas en que los estudiantes negros se han encontrado en desventaja en el ámbito académico. Me interesaba escuchar sobre el escenario opuesto: cómo se sentiría entrar en un espacio después de sufrir discriminación evidente y poder dar por sentado que te aceptan. Así que terminé buscando a personas que trabajan o han asistido a escuelas y universidades históricamente negras, y les pregunté qué significaba encontrar comunidad en esos espacios.
Nicola: Normalmente utilizo un informe como contexto para apoyar un artículo que ya estoy escribiendo, por lo que no suelo pedir a las otras fuentes que interpreten un informe, sino simplemente que añadan su propia perspectiva o experiencia específica. Siempre les pregunto a todos: “Me estoy refiriendo mucho a los datos [y] al contexto del Informe X, ¿eso es algo razonable?”. Por ejemplo, en un artículo que escribí sobre energía nuclear para la revista Knowable, utilicé mucha información de un informe de la Unión de Científicos Conscientes titulado “Advanced” Isn’t Always Better(“Avanzado” no siempre es mejor), pero reconocí, según mi fuente, que este informe era “criticado por algunos por ser ideológicamente antinuclear”.
Martina: He logrado construir una buena red de expertos en diferentes temas a quienes puedo contactar si necesito un comentario sobre un informe. Nunca les pediría que me ayudaran a interpretar el informe, sino preguntas más específicas. Sin embargo, a veces les pido su opinión en el informe y siempre recibo respuestas perspicaces.
Usha: A veces, los líderes de los comités [de informes] son figuras decorativas y no son las mejores personas para obtener citas, así que me gusta hablar con personas que conocen mejor el material o que hayan escrito parte del texto, aunque no sean nombres grandes. Podría preguntarles qué consideran más importante o si hay algo con lo que no estén de acuerdo en el informe. (Te sorprendería la frecuencia con la que esto sucede). He aprendido a preguntar si alguien abandonó el comité, ¡[porque] esa persona suele tener un punto de vista interesante! Seré completamente sincera si solo he tenido tiempo de hojear el informe y preguntarles si hay algo, un capítulo, un detalle, una figura, que consideren que debería tomar mi tiempo para revisar y por qué.
Claudia: Una vez que has revisado el informe, ¿cómo pasas de esa etapa a la planificación de una historia? ¿Cómo decides qué incluir en tu artículo y qué excluir?
Nicola: La respuesta a esta pregunta depende de la audiencia y la situación. Si el informe es uno extenso que todos están cubriendo (como un informe del IPCC), entonces probablemente sea mejor distinguir tu historia profundizando en los puntos más pequeños que serán de interés específico para tu audiencia. Por ejemplo, en un artículo para Naturesobre sustancias químicas en plásticos, decidí destacar puntos específicos sobre transparencia y técnicas analíticas que otros periodistas no se habrían molestado en abordar.
Martina: Si escribo una noticia sobre la publicación del informe, normalmente no entraré en demasiados detalles, sino que simplemente describiré los resultados principales. (Aquí hay un ejemplo). Para artículos más exhaustivos, puede que no necesariamente empiece por el informe ni lo convierta en el centro de la historia. Por ejemplo, utilicé el informe de la ONU en el [artículo que mencioné anteriormente] como punto de partida para un artículo de opinión sobre el rol de las ciudades en el desarrollo sostenible antes de la COP29. Cito el informe y utilizo algunas de sus conclusiones clave para respaldar mi argumento, aunque no sean el punto central de la historia.
Amanda: Como ya han señalado otros, definitivamente depende de la audiencia. La mayor parte de mi experiencia trabajando con informes ha sido para medios donde los lectores son académicos e investigadores, y la historia se enfoca en la publicación del informe como noticia. En esos casos, utilizo el resumen ejecutivo como guía para la estructura y lo intercalo con ejemplos más específicos que a la audiencia le pueda interesar, usualmente sacado de mi reportaje o de secciones adicionales del informe. En casos más excepcionales, he utilizado los informes para profundizar en el contexto en otras historias, en cuyo caso suelo sacar estadísticas generales para destacar el alcance y la amplitud de un problema.
Claudia: ¿Cómo conviertes estos informes que a menudo son secos en narrativas interesantes e historias que resulten relevantes y accesibles?
Nicola: A menudo encuentro los informes interesantes. Los recuadros [cuadros de texto separados del texto principal que pueden resaltar información complementaria, como informes de casos, resúmenes o estadísticas] suelen contener ejemplos específicos de compañías, eventos o investigaciones que apoyan los puntos principales del informe. Uno puede buscar en Google esas compañías, eventos [e] investigaciones y encontrar la historia completa. Una vez que encuentras una interesante, llamar a las personas en cuestión te consigue la información buena. Con más frecuencia, busco anécdotas de forma independiente y uso los informes para respaldarlas. A veces lo opuesto ocurre: el informe sugiere que las anécdotas son falsas.
Usha: Bueno, como dijo Ann Richards (aproximadamente), solo se puede poner cierta cantidad de lápiz labial a un cerdo. Bravo por quienes lo hacen, pero me enorgullezco de mi escritura narrativa y no intento hacer que un informe sea una narrativa cautivadora si el material no está ahí. Suelo cubrir los informes como noticias, a menos que su existencia, la falta de acción sobre ellos o las peleas que se generan se conviertan en la historia, lo cual puede ser una narrativa cautivadora. Algunos informes son secos y creo que el servicio que ofrezco a los lectores es describirlos de la forma más clara y concisa que puedo, sin la jerga que contienen.
Martina: Toma las conclusiones del informe y encuentra una manera para hacerlas conectar con el lector. Usa ejemplos de la vida real y habla con personas afectadas por las conclusiones del informe. Estoy pensando en los informes del IPCC; si tuviera que cubrir una sección sobre cómo el cambio climático está afectando (y seguirá afectando) el aumento del nivel del mar, por ejemplo, probablemente empezaría hablando de los pequeños países insulares y hablaría con la gente que vive en esas áreas para proveer una perspectiva humana a una historia que, de lo contrario, sería bastante seca, como bien lo llamaste.
Claudia: ¿Cuál es el informe más retador sobre el que has escrito y qué aprendiste de él?
Amanda: Sinceramente, no los he encontrado retadores desde un punto de vista técnico, pero a veces pueden ser emocionalmente pesados. Es frustrante oír hablar de los obstáculos que las personas han enfrentado durante tanto tiempo y ver las soluciones ahí mismo, si tan solo las personas en el poder les dieran prioridad.
Usha: Sin duda, los informes del IPCC. Son muy largos y abarcan muchísimo terreno. Aprendí que hay que tomar una parte, encontrar una historia dentro y no permitir que te abrume.
Martina: Estoy de acuerdo con Usha; los informes del IPCC son retadores tanto desde una perspectiva técnica como organizativa. Toma tiempo revisar el informe, identificar lo que vale la pena cubrir y encontrar una manera de desglosarlo de forma que sea fácil de digerir y, sobre todo, cautivadora. Además, los encuentro sumamente perspicaces, así que es un placer leerlos y cubrirlos para mi audiencia.
Publicado por The Open Notebook.



Comentarios